Hoy nos adentraremos en un emocionante viaje para descubrir los secretos detrás de la iluminación técnica y los proyectos lumínicos. Vamos a aprender sobre la temperatura de color, las propiedades físicas de la luz y cómo nuestros cerebros mágicos perciben los maravillosos colores que nos rodean.
Contenido
La Maravilla de la Luz y sus Propiedades
¿Sabían que la luz es como un hada que viaja en forma de pequeñas partículas llamadas fotones? Estos fotones son muy traviesos y se mueven super rápido. Cuando llegan a nuestros ojos, nos permiten ver todo a nuestro alrededor. ¡Es como si nos contaran historias con colores brillantes!
La luz tiene unas propiedades mágicas llamadas longitud de onda. Algunas longitudes de onda son cortitas y hacen que veamos colores como el violeta y el azul. Otras son más larguitas y nos traen colores como el naranja y el rojo. ¡Así es como el mundo se llena de arcoíris de colores!
¡Colores por Todas Partes!
Imaginen un día soleado en el parque. El sol nos regala su luz dorada, que llamamos «luz cálida». Pero espera, ¿sabían que la luz no es siempre del mismo color? ¡Así es! La temperatura de color nos dice qué color tiene la luz. ¡Es como si le pusiéramos una etiqueta de colores a la luz!
La temperatura de color de la luz
Para empezar vamos a acotar la definición sobre qué es la temperatura de color en la iluminación al tono de luz “blanca” que se emite desde una fuente de luz.
La temperatura de color de una fuente de luz se define comparando su color dentro del espectro luminoso con el de la luz que emitiría un cuerpo negro calentado a una temperatura determinada. Por este motivo esta temperatura de color se expresa en Kelvin, a pesar de no reflejar expresamente una medida de temperatura, por ser la misma solo una medida.
Luz Fría y Luz Cálida
Si miramos al cielo en un día nublado, la luz puede ser un poquito azulada. A eso le llamamos «luz fría». Es como cuando jugamos con los cubitos de hielo, ¡nos hace sentir fresquitos!
Pero cuando el sol se esconde y llega la noche, las bombillas de nuestra casa emiten una luz más amarillita, como las velas. Esa es la «luz cálida», ¡nos hace sentir acogidos y calentitos!
Temperatura de Color
La temperatura de color es como un termómetro para la luz. Nos dice si la luz es más azulita o más amarillita. Usamos una medida especial llamada Kelvin (K) para medir la temperatura de color. ¡Es como la varita mágica que nos dice qué color tiene la luz!
- Luz Fría: Tiene una temperatura de color alta, alrededor de 6000K. Recuerda, ¡la luz del cielo nublado! Es como una luz de invierno, fresquita y vibrante.
- Luz Cálida: Tiene una temperatura de color baja, alrededor de 3000K. Es como la luz de una acogedora fogata en una noche fría.
- Luz Neutra: Con una temperatura de color alrededor de 4000K, es como la luz de un día nublado pero no tan fría ni tan cálida. ¡Es como un paseo de otoño!
La temperatura de color y espectro electromagnético
Como hemos comentado en el apartado anterior, nos basamos en la temperatura de un cuerpo negro. Cuanto mayor sea la temperatura de ese cuerpo, menor será la longitud de onda en que emite.
A bajas temperaturas el cuerpo emite en onda larga, primero sin emisión de luz visible (radiación de infrarrojos) y a cierta temperatura empieza a emitir luz (virando a rojo); conforme aumenta la temperatura va sumando longitudes de onda cada vez más cortas, sin dejar de emitir las largas, hasta que emite todo el espectro (luz blanca) a la temperatura superficial del sol (alrededor de 6000 K).
Si aumenta la temperatura aumenta la emisión en violeta y ultravioleta, virando el color hacia el azul.
Cómo Vemos los Colores
Nuestros ojos y nuestro cerebro son como el dúo perfecto para ver colores. Cuando la luz entra en nuestros ojos, la magia comienza. En el fondo de nuestros ojos, hay unas células especiales llamadas conos. Cada cono es como un pequeño pintor que trabaja con un solo color: rojo, verde o azul.
Cuando la luz golpea estos conos, ¡pintan el mundo a nuestro alrededor! Si vemos algo rojo, es porque los conos rojos están felices y trabajando duro.
La temperatura de color en la luz blanca
Ahora comparemos los «colores» de la luz con casos prácticos:
- 1700 K: Luz de una cerilla
- 1850 K: Luz de vela
- 2700–3300 K: Luz incandescente o de tungsteno (iluminación doméstica convencional)
- 3000 K: tungsteno (con lámpara halógena)
- 4000–4500 K: Lámpara de vapor de mercurio
- 5000 K: Luz Fluorescente (aproximado)
- 5500–6000 K: Luz de día, flash electrónico (aproximado)
- 5780 K: Temperatura de color de la luz del sol pura
- 6200 K: Lámpara de xenón
- 6500 K: Luz de día, nublado
- 6500–10500 K: Pantalla de televisión (LCD o CRT)
- 28000–30000 K: Relámpago
La temperatura de color no tiene relación directa con la denominación de color cálido y frío, aunque popularmente se relacionen estos términos. A partir de 5000 K se dice que se trata de colores fríos, mientras que con temperaturas más bajas (2700-3000 K) se les consideran colores cálidos.
Un cuerpo negro a temperatura ambiente (unos 300 K) emite radiación de longitud de onda larga, es decir en infrarrojos. Conforme aumenta su temperatura emitirá radiación en una longitud cada vez más corta; en cierto momento empezará a emitir en radiación visible, en color rojo muy oscuro (se pone al rojo) y si se sigue aumentando la temperatura lo hará con longitudes cada vez más cortas, conforme a la ley de Wien.
A partir de cierto momento, irá sumando los colores del espectro en su orden (rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul y violeta), sumando colores. Hacia una temperatura de 6000 K (aproximadamente la temperatura superficial del sol), emitirá en todo el espectro visible, consiguiendo luz blanca, y a partir de ese momento irá sumando radiación ultravioleta.
El Gran Secreto del Cerebro
Ahora, hablemos de cómo el cerebro juega su papel. Los conos en nuestros ojos mandan señales eléctricas al cerebro. Y el cerebro es como un mago que mezcla estas señales para crear todos los colores que vemos. ¡Es como un pintor que usa solo tres colores para crear todo un mundo lleno de coloridas maravillas!
La Aventura de las Bombillas Incandescentes
Hablemos de las bombillas mágicas que nos dan luz en nuestras casas. Las bombillas incandescentes son como antorchas modernas. Contienen un hilo muy delgadito llamado tungsteno, y cuando pasa electricidad por él, ¡se pone muy caliente y brilla como una estrella! Esto era lo que nos iluminaba antes de la llegada del LED
La temperatura de color de estas bombillas es alrededor de 2700K. Es como una luz suave y amarillita, ¡como tener un cuento cálido antes de dormir!
Los seres vivos nos hemos adaptado a la luz de diversas formas. La luz produce efectos ópticos y no ópticos al incidir sobre los distintos fotorreceptores que se distribuyen por todo el cuerpo, actuando en tres niveles: físico, fisiológico y psicológico. Con la introducción de la luz artificial en tramos horarios donde naturalmente debía existir oscuridad, según el tiempo de exposición, la intensidad y la longitud de onda utilizada, se puede alterar no solo el ritmo circadiano, sino el de toda la fauna y flora.
¿Qué son los ritmos circadianos?
Os vamos a comentar brevemente qué son los ritmos circadianos, más adelante profundizaremos en el tema en otro post. Este tema está muy en auge en el sector del diseño lumínico.
Los ritmos circadianos regulan los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día. La palabra circadiano significa «alrededor de un día». Proviene de las palabras latinas «circa» (alrededor) y «diem» (día).
El reloj biológico de su organismo controla la mayoría de los ritmos circadianos. Este reloj se encuentra en una región del cerebro llamada hipotálamo.
Estos ciclos se ven afectados por la temperatura de color de la luz artificial puesto que esta imita a la naturaleza.
¿Qué es la temperatura de color en la luz?
La temperatura de color en la luz es como una etiqueta que nos dice si la luz se ve más azulita o más amarillita. Usamos una medida llamada Kelvin (K) para medirlo. Si es alto, la luz se ve más azul, y si es bajo, la luz es más amarilla.
¿Cómo sabemos si una luz es fría o cálida?
Las luces «frías» son como la luz del cielo en días nublados, un poco azulitas. Las luces «cálidas» son como las velas, amarillitas y acogedoras. La temperatura de color nos ayuda a decir si una luz es fría o cálida.
¿Cómo vemos los colores?
Tenemos células especiales en nuestros ojos llamadas conos. Cada cono trabaja con un color: rojo, verde o azul. Cuando la luz llega a nuestros ojos, estos conos trabajan juntos para crear todos los colores que vemos.
¿Por qué las bombillas tienen diferentes colores de luz?
Las bombillas tienen diferentes colores de luz debido a la temperatura de color. Algunas bombillas tienen un hilo caliente que hace que la luz sea amarillita, como las bombillas incandescentes. Otras bombillas, como las luces LED, pueden hacer la luz más azulita o más blanca.
¿Qué temperatura de color tienen las luces LED?
Las luces LED pueden tener diferentes temperaturas de color. Algunas pueden ser muy blancas, como la luz del día, y tener alrededor de 6000K. Otras pueden ser más amarillas y cálidas, alrededor de 3000K o 4000K.
¿Cómo nos afecta la luz fría y la luz cálida?
La luz fría puede hacer que nos sintamos más despiertos y alerta, como en las mañanas. La luz cálida es más relajante, perfecta para la noche o cuando queremos sentirnos cómodos.
¿Qué es una bombilla incandescente?
Una bombilla incandescente es como una pequeña antorcha moderna. Tiene un hilo muy delgadito llamado tungsteno que brilla cuando se calienta con electricidad. Esta bombilla emite una luz amarillita y suave.
¿Cómo el cerebro ve los colores?
Nuestros ojos tienen conos que trabajan con colores como el rojo, verde y azul. Cuando la luz golpea estos conos, mandan señales al cerebro. El cerebro mezcla esas señales para crear todos los colores que vemos.
¿Cuál es la temperatura de color de la luz del sol?
La luz del sol tiene una temperatura de color alrededor de 5500K, lo que la hace parecer muy natural. En la mañana y al atardecer, puede ser más cálida y dorada.
¿Cómo puedo elegir la mejor luz para mi habitación?
Depende de lo que quieras sentir en tu habitación. Si quieres energía, elige una luz más fría. Si buscas relajarte, una luz más cálida es genial. ¡Puedes probar diferentes luces y ver cuál te gusta más!